A la crisis energética que atraviesa la isla desde hace más de un año se suman los efectos del huracán Melissa
La Habana, Cuba. Cuba tendrá apagones simultáneos durante todo este jueves que afectarán el 41 % del país en la tarde-noche cuando aumenta el consumo de energía, según las previsiones diarias de la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).
A la crisis energética que atraviesa la isla desde hace más de un año se suman los efectos del huracán Melissa que, con categoría 3 (de 5) en la escala Saffir-Simpson, impactó hace una semana el extremo oriental del país y dejó numerosos daños a la infraestructura eléctrica.
Como consecuencia, la mayoría de los 3.5 millones de personas que viven en las provincias orientales de Granma, Santiago de Cuba, Holguín, Guantánamo y Las Tunas se quedaron sin corriente.
Sus fuertes vientos, de hasta 200 kilómetros por hora, y las intensas lluvias, que dejaron hasta 400 milímetros (o litros por metro cuadrado) en algunos puntos, dañaron muchas líneas de distribución de electricidad, tumbaron postes y afectaron la red eléctrica en esta región.
Su recuperación está en marcha, pero hay zonas como Santiago de Cuba -una de las más castigadas por el meteoro- que aún demorará el restablecimiento total del servicio eléctrico, según las autoridades.
Por otra parte, está la incapacidad de la isla para generar la energía que demandan los hogares y la economía, lo que mantiene en el centro y oeste del país -en las zonas no afectadas por Melissa- prolongados apagones durante todo el día.
La UNE estima en el momento de máxima demanda de esta jornada una capacidad máxima de generación para estas zonas de 1.760 megavatios (MW) para una demanda pico de 2.850 MW.
Esto supone un déficit (la diferencia entre oferta y demanda) de 1.090 MW y una afectación estimada (lo que se desconecta previamente para evitar apagones desordenados) de 1.160 MW.
Actualmente, tres de las 16 unidades de producción termoeléctrica disponibles están fuera de servicio por averías o mantenimientos. Estas centrales son responsables de en torno al 40 % del mix energético.
Además, 60 centrales de generación distribuida (motores) se encuentran fuera de servicio por falta de combustible (diésel y fueloil) y cerca de una veintena no están operativas por déficit de lubricante. Estos equipos deberían suministrar alrededor de otro 40 % del mix energético.
Las centrales termoeléctricas cubanas, la columna vertebral de la generación energética nacional, están en su mayoría obsoletas, tras décadas de explotación y un déficit crónico de inversiones y mantenimiento.
Por su parte, muchos motores de generación eléctrica se encuentran fuera de servicio por la falta de divisas del país para importar combustible, lubricante o repuestos.
Expertos independientes señalan que la crisis energética responde a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959.
El Gobierno cubano destaca por su parte el impacto de las sanciones estadounidenses en esta industria y le acusa de "asfixia energética".
Diversos cálculos independientes coinciden en estimar que el Gobierno cubano necesitaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el sistema eléctrico, una cantidad de la que La Habana no dispone.
Los constantes apagones están paralizando la economía nacional, que se contrajo un 1,1 % en 2024 y suma en los últimos cinco ejercicios una caída acumulada del 11 %, según datos oficiales. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) también prevé que el producto interno bruto (PIB) de Cuba sea negativo este año.