La Voz de Michoacán desde hace más de dos años comparte quincenalmente historias, crónicas, anécdotas, reflexiones y recuerdos sobre el cine en Michoacán
Víctor E. Rodríguez Méndez, colaborador La Voz de Michoacán
Jaime Vázquez no recuerda la primera película que vio cuando era niño en la Ciudad de México. En cambio, sí guarda en su memoria la primera sala cinematográfica que lo impresionó: el Palacio Chino, el histórico cine ubicado en el Centro Histórico, en la calle de Iturbide, y que cerró sus puertas en 2017. Jaime rememora: “El señor de la butaca de enfrente no me dejaba ver la película, quizá de Cantinflas. Vi entonces la decoración, las paredes, el ornamento, las tenues luces rojas de los letreros que indicaban la ruta de salida. Vagué y me perdí en el ambiente del cine, en la oscuridad, en la proyección”.
Desde entonces, su vagancia lo ha convertido en un cinéfilo contumaz, además de un gran conversador y escritor de ése y otros temas. Y es que para Jaime el cine es importante porque reúne la vida de todos. “No es una vida, es la vida colectiva, y nos da espacio no solo para la memoria, sino para la historia”.
Hoy día, muchos años después de aquel suceso infantil deslumbrante en una sala de cine, el filósofo y promotor cultural da a conocer Michoacán en el cine. Episodios en la pantalla, coeditado entre la editorial Cuarta República, la Filmoteca UNAM y la Consultora Huella Digital, y que fue presentado durante el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia en la capital michoacana. Jaime Vázquez recopila las colaboraciones publicadas en su columna Nos vemos en el cine del suplemento “Jueves” de La Voz de Michoacán, donde desde hace más de dos años comparte quincenalmente historias, crónicas, anécdotas, reflexiones y recuerdos sobre el cine en Michoacán y sobre las michoacanas y los michoacanos en nuestro cine.
En las primeras páginas del libro se lee que el autor “construye un amplio relato de la influencia de Michoacán en la industria cinematográfica nacional, con algunos destellos también en Hollywood”. Empero, el escritor asegura que no pretendió ser un volumen compilatorio, ni una historia del cine en Michoacán. “Éste es un esfuerzo que lo veo inconcluso”, dice. Por ello, ve en esta publicación la posibilidad de que tenga una continuación con una temática que incluya el cine nuevo, realizado por las nuevas generaciones.
Para Hugo Villa Smythe este libro es un acto de recuperación y reconocimiento. Es también, agrega el director general de la Filmoteca UNAM, “una invitación a repensar la manera en que el cine ha forjado, a través de sus múltiples lenguajes, una narrativa visual del estado de Michoacán, profundamente entrelazada con la historia cultural del país”. Porque, agrega en su presentación, “Michoacán ha sido escenario, personaje y voz, una historia que el cine ha sabido mirar con sensibilidad, rigor y belleza”.
Según Gabriela Molina, secretaría de Educación de Michoacán, el libro es “una contribución invaluable para comprender la relación entre nuestra historia cultural y el cine, pero, sobre todo, es una declaración de amor por el cine y por Michoacán, que todas y todos suscribimos”.
Por su parte, Leonardo García Tsao escribe que Michoacán en el cine. Episodios en la pantalla permite comprobar cómo este estado “ha sido pródigo en talentos de todo tipo”. El reconocido crítico de cine señala: “Lo que ha hecho Jaime es una ficha biográfica muy completa de cada uno de los convocados. Dueño de una memoria prodigiosa, el autor enumera las películas más importantes de cada uno, los hechos fundamentales de sus vidas, así como la infaltable trivia […] No esperen un lenguaje enciclopédico. Lo que ha hecho Jaime Vázquez es un recuento muy sabroso sobre sus personajes michoacanos”.
Este recuento reunido incluye no sólo figuras cinematográficas oriundas de Michoacán, sino también a músicos relacionados de alguna manera con el cine, y películas situadas en este estado, más otros temas adicionales de quienes nacieron en otras latitudes, pero que también se mencionan como invitados de honor.
El libro se divide en ocho apartados: Música y músicos en imágenes; Talento y miradas seductoras: las actrices; Actores: los rostros del intérprete; Episodios de la Historia; Del escritorio a la pantalla; Desde la silla de los directores; Michoacán, escenario de películas, e Invitados especiales. Por las páginas de Michoacán en el cine se encuentran actrices como Lilia Prado, Stella Inda, Fanny Cano, Sonia Infante y Elpidia Carrillo; actores como Julio Alemán y Damián Alcázar; también cómicos como “Borolas” y Lalo “El Mimo”; músicos como el Trío Tariácuri y compositores como Miguel Bernal Jiménez, Chucho Monge, Juan Gabriel y Marco Antonio Solís, además de los directores Miguel Contreras Torres y Fernando Méndez, junto con el escritor Xavier López Ferrer —autor de El rebozo de Soledad y El gallero—, entre otros y otras.
Un esfuerzo aún inconcluso
Jaime Vázquez nació en la Ciudad de México en 1956. Es un promotor cultural que ha trabajado buena parte de su vida en las instituciones de cultura de México y desde siempre le ha gustado el cine. Particularmente, dice en entrevista durante su estancia en Morelia para presentar el libro, el “matrimonio” entre cine y literatura le ha llevado a hacer las crónicas publicadas como cinéfilo que es.
Y es que para Jaime ha sido una auténtica aventura que el libro se haya vuelto realidad después de dos años de publicaciones. “No lo teníamos en el horizonte al inicio, pero afortunadamente hoy se concreta”.
Sin ambages, ya una vez puesto en circulación, el escritor ve en el libro la posibilidad de que despierte en las jóvenes generaciones su posible continuación. “Porque éste es un esfuerzo que lo veo inconcluso. No pretendió ser un volumen compilatorio, ni una historia del cine en Michoacán, pero reunir las notas sí te da un panorama incompleto. Hay cosas que quedaron fuera, desde luego, muy importantes”.
Con el libro en la mano, añade, piensa que quizá algunos historiadores, cronistas, cinéfilos o críticos michoacanos puedan emprender un trabajo complementario para documentar el cine que hacen los jóvenes actualmente desde Michoacán. “Me parece muy relevante, porque lo que no dejamos en la memoria puede desaparecer”.
Cree que existen afortunadamente muchas películas y mucha labor realizada por gente joven a lo que falta difusión y una programación adecuada en las salas cinematográficas. “Además del gran esfuerzo que hace el Festival de Internacional de Cine de Morelia, no es fácil ver esos trabajos. No está en plataformas. Hay que buscar, hacer una labor de investigación muy ardua. Y a mí me gustaría que los jóvenes hicieran el nuevo cine michoacano. Eso sería espléndido”.
—¿Por qué es importante el cine?
—Ante esta pregunta, me acuerdo que en alguna ocasión don Emilio García Riera relató que escuchó de Jeanne Moreau, la actriz francesa, una anécdota referida al director de cine francés Jean-Luc Godard, quien dijo: “El cine es mejor que la vida”. Y así tituló García Riera su libro de memorias, El cine es mejor que la vida. Yo creo firmemente en eso.
—¿Por qué?
—Porque el cine reúne la vida de todos; no es una vida, es la vida colectiva, y nos da espacio no solo para la memoria, sino para la historia, para la documentación de periodos históricos, para vernos, para ver cómo éramos y para reflexionar sobre lo que podemos ser, además de que ¡es una enorme diversión! Vamos al cine como si fuéramos a misa, los creyentes, o como si fueran al parque de diversiones los niños. Es una enorme diversión meterse a un cine, que se apaguen las luces y descubrir la magia.
Una película significativa para Jaime Vázquez en su infancia fue en realidad una película “malísima”, según dice. “Es con Ignacio López Tarso y se llama Cri Cri, el Grillito Cantor… Todos oíamos Cri Cri en mi generación, es un ídolo, una divinidad, pero hay un momento en el que aparece en escena Emilio Tuero cantando un tango que se llama ʻDímelo al oídoʼ; en el acompañamiento al piano está el que sería Francisco Gabilondo Soler, interpretado por López Tarso. A mí me impactó muchísimo porque mi madre me había dicho que era fanática de Emilio Tuero y que había ido a los estudios de la XEW a los conciertos del cantante. Yo quise saber más y entonces empecé a ver películas de Emilio Tuero, y vi más cine mexicano con otro afán, no solo de divertirme. Así fue creciendo el asunto hasta niveles casi de enfermedad, ¿no? Ahora, si no veo una película al día, no estoy conforme”.
El cine va a sobrevivir
Jaime Vázquez ha publicado en periódicos, revistas, suplementos y en los volúmenes colectivos Ahora las palabras y La realidad es lo increíble (Punto de partida, UNAM); La metáfora de Flánagan (Práctica de vuelo); Ciudad de México. Crónica de sus Delegaciones, Consejo de la Crónica de la Ciudad de México; y Hacia una nueva acción cultural. Una propuesta para México. Fue jefe de redacción de la revista Tierra Adentro y reportero en la revista Comunidad Concacyt; colaborador de la sección cultural de Excélsior, articulista en Revista de revistas y de La Enciclopedia de México.
Su opinión sobre el momento actual que vive el cine mundial es positiva, entendido de que la época del cine de los grandes estudios ya finalizó. Apunta que desde finales de los 50 y principios de los 60 del siglo pasado irrumpió una generación de jóvenes cineastas —incluido nuestro país— que rompieron con todo y empezaron a hacer cine de vanguardia. “El problema sigue siendo la distribución y, particularmente, la exhibición de nuestro cine. Porque podemos ver cine de muchos lados, pero el cine mexicano es muy difícil de ver. Yo digo que hay que ver de todo, no me molesta a mí ver películas de superhéroes, las sagas Marvel y esas cosas, pero junto a ese tipo de películas yo quisiera ver cine hecho por jóvenes, hecho con teléfonos celulares, con escasos recursos, conocer el lenguaje de los jóvenes”.
Para Jaime el cine, en términos creativos, vive un gran momento, aunque en términos de apoyo no la pasa tan bien. Y ¿sobrevivirá?, le preguntamos. Responde enfáticamente: “¡Claro! El cine va sobre sobrevivir, lo mismo decían cuando nació la televisión, igual decían que el teatro iba a desaparecer cuando nació el cine. Sí, por supuesto que sobrevivirá”.
Admira a directores mexicanos como Fernando de Fuentes (“la mejor película hecha en México es de él: Vámonos con Pancho Villa), Jaime Humberto Hermosillo, Arturo Ripstein, Rafael Gavaldón, Ismael Rodríguez, Fernando Méndez y Guillermo del Toro, Carlos Carrera, Michel Franco, Natalia Beristain y Elisa Miller.
Vámonos con Pancho Villa, La pasión según Berenice, Noches de Cabiria y 8 y Medio son películas que vería una y otra vez. ¿El Festival Internacional de Cine de Morelia? “Es un hervidero, es maravilloso que un festival de cine tome una ciudad, un festival cultural”.
Concluye: “Si algo somos, si algo heredaremos a las nuevas generaciones es nuestra cultura. Me parece genial, sensacional. Son más de dos décadas del festival. Yo creo que cada vez está mejor. Se vive un ambiente muy especial: es la cultura en una ciudad eminentemente cultural”.
Víctor Rodríguez, comunicólogo, diseñador gráfico y periodista cultural.