Un grupo de madres y padres de familia denunció públicamente la presunta negligencia ocurrida durante una actividad escolar que dejó a ocho menores de edad con quemaduras, algunos en estado grave.

Los hechos tuvieron lugar la noche del 29 de abril, durante una fogata organizada dentro de las instalaciones educativas, donde según los testimonios infantiles, un maestro arrojó alcohol al fuego, provocando una explosión.

De acuerdo con los padres, la directora del plantel, Ariela Sánchez Moreno, intentó minimizar lo ocurrido al alegar que los fuertes vientos propagaron las llamas. Sin embargo, los niños afectados contradijeron esta versión al identificar como responsable al maestro de educación física Daniel Jhonatan Islas Saldaña, conocido como “El Tatuado”, quien además es esposo de la directora.

Según testimonios de los menores, Daniel Jhonatan, arrojaría una botella de alcohol a la fogata que prendieron esa noche, hecho que causó la explosión del recipiente donde se encontraba el liquido que por ende terminó alcanzando a los menores.

Karen Carmona Otero, madre de Kasumi —una de las niñas más afectadas, con quemaduras en el 30% de su cuerpo— expresó su indignación al ser notificada de los hechos más de una hora después del incidente. Según relató, al llegar al hospital, su hija ya había sido trasladada al ISSSTE y se encontraba sedada.

El doctor Enrique Vicente Jiménez, tío de la menor, informó que Kasumi fue llevada a Texas para recibir atención especializada, ya que sus lesiones son severas y requieren cuidados intensivos aclarando que la niña se encuentra intubada. “No son quemaduras que se curan con una pomada”, puntualizó.

Los familiares afectados exigen que la directora y el personal involucrado asuman su responsabilidad legal y financiera, denunciando además la falta de empatía de la directora, quien hasta ahora solo ha ofrecido un escueto “perdón” sin acciones concretas.

Fuente: HERALDO