La alcaldesa de Uruapan, Grecia Quiróz detalló el acercamiento de un maestro y la aglomeración previa al asesinato de su esposo Carlos Manzo, además de exigir justicia y mantener el proyecto que encabezaba su esposo.
Uruapan, Michoacán.-La alcaldesa de Uruapan, Grecia Quiróz, reconstruyó los momentos inmediatos previos al asesinato de su esposo, el exalcalde Carlos Manzo, ocurrido el 1 de noviembre durante el encendido de velas en el centro de la ciudad. Su testimonio detalló la secuencia que desembocó en el ataque.
En entrevista con el periodista Joaquín López Dóriga, Grecia Quiroz narró que el área estaba completamente saturada de asistentes cuando una persona “que se dice que es un maestro de una primaria de Uruapan” se acercó a Manzo para hacerle un comentario.
Esa breve interacción ocurrió instantes antes de que el equipo organizador lo llamara para regresar unos metros y tomarse fotografías con catrinas, en medio de una multitud que dificultaba cualquier movimiento.
Fue en ese contexto, recordó, cuando un hombre salió entre la gente y abrió fuego contra el exalcalde. Ella se encontraba apenas unos pasos adelante: su reacción inmediata fue tomar a sus hijos y correr para protegerlos.
Más tarde, ya resguardada en la Casa de la Cultura, pasó cerca de una hora sin información sobre su esposo, con la esperanza de que sobreviviera.
La confirmación de su muerte llegó mediante una llamada de una persona que lo acompañaba.
Quiróz explicó que Manzo había dedicado varios días previos a supervisar personalmente cada detalle del evento, incluso de madrugada, revisando iluminación, logística y decoración.
El día del ataque salió desde temprano y por la tarde regresó para alistarse antes de acudir con su familia al acto.
Tras le crimen, admitió que su pensamiento inicial fue alejarse de Uruapan para proteger a sus hijos, pero luego de conversar con la síndica municipal y con integrantes del equipo más cercano a Manzo decidió asumir la administración municipal.
Consideró que abandonar el proyecto sería traicionar la lucha que su esposo sostuvo “hasta su último día”.
Posteriormente, en reuniones con autoridades federales, incluido el titular de Seguridad, expuso su exigencia de justicia y recordó que Manzo había advertido reiteradamente la situación de violencia en Uruapan sin recibir atención.
Reiteró que no dejará de insistir en el esclarecimiento del crimen ni en la atención de los problemas que enfrentan sectores productivos como el aguacatero.

