El motivo parece ser porque era difícil distinguirlos.
Uno de los temas que más se ha estado hablando en los últimos meses fue la decisión del Gabinete Legislativo de agregar un impuesto, entre varias cosas, del 8% a videojuegos que se consideran “violentos”. Sin embargo, surgió una disruptiva conforme a ello, y es que han declarado que resulta complicado advertir la “violencia” de los que tienen a aquellos que no la tienen.
Ante esto, la presidenta Claudia Sheinbaum, que no quería que se cobrará el impuesto, declaró que el aditivo no será puesto a pesar de que los legisladores, al parecer insistiendo, lo querían imponer como diera a lugar.
“Es muy difícil distinguir entre un videojuego que tiene violencia y uno que no”, aceptó la mandataria. “¿Cómo le vas a poner un impuesto?, ¿quién va a determinar esa circunstancia?” Entonces, tomamos la decisión de que no se cobre”, fue lo que dijo Sheinbaum.
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Sin embargo, la cosa no se queda ahí, ya que se formara una campaña en contra de la adicción a los videojuegos, en el que se buscará concientizar hasta que tanto y cuanto tiempo es saludable pasar el tiempo jugando, y si son “violentos” aún peor.
Este es un tema muy recurrente en la comunidad de jugadores, en el que buscan que gente que no comprende del todo sobre los videojuegos entiendan que estos no producen actitudes problemáticas, a pesar de que las generaciones pasadas piensen lo contrario. Incluso, hay pruebas científicas que comprueban que todas las acusaciones de “violencia” en los videojuegos son refutadas.
Fuente: Sopitas