Un lamentable accidente aéreo sacudió ayer la zona del Valle de Toluca, en el Estado de México, cuando un jet privado se estrelló en una zona industrial tras un intento fallido de aterrizaje de emergencia, provocando la muerte de las diez personas que viajaban a bordo; el piloto, identificado como Juan Carlos Olivares, y el copiloto, Walding Sánchez Manzano. Los pasajeros respondían a los nombres de Raúl Gómez Ruiz, de 60 años; Janine Buenfil Cardone, de 60; Gustavo Palomino Olet, de 50; Ilse Liseth Hernández Téllez, de 32, Raúl Gómez Buenfil de 31; y los menores Ximena, Raúl y Natalia de 9, 4 y 2 años, respectivamente.
La aeronave, un Cessna Citation III con matrícula XA-PRO, había despegado desde Acapulco con destino al Aeropuerto Internacional de Toluca cuando, poco antes de su llegada, reportó una situación crítica a la torre de control. Minutos después, la nave cayó cerca del aeropuerto, en el cruce de Industria Automotriz y el Boulevard Miguel Alemán, en la colonia San Pedro Totoltepec.
Según las autoridades, la aeronave intentó realizar un aterrizaje de emergencia en un campo de fútbol cercano; sin embargo, perdió altura y terminó impactando contra una bodega, lo que desató un violento incendio que obligó a evacuar a decenas de habitantes de la zona debido al riesgo que representaban tanques de gas y combustible cercanos.
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Protección Civil del Estado de México confirmó que a bordo viajaban ocho pasajeros y dos tripulantes, entre ellos tres menores de edad. Hasta el cierre de esta edición, los cuerpos de las diez víctimas habían sido rescatados de entre los escombros, aunque las autoridades continúan trabajando para confirmar oficialmente las identidades.
Elementos de emergencia, bomberos y personal de la Guardia Nacional acudieron al sitio para controlar el fuego y asegurar el área. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México, junto con la Agencia Federal de Aviación Civil y la Fiscalía General de la República, ha iniciado una investigación para determinar las causas precisas del siniestro.
Vecinos y testigos relataron que una densa columna de humo fue visible desde varios kilómetros de distancia tras la explosión, y que algunos residentes escucharon maniobras inusuales del avión momentos antes del impacto.
La caída de la aeronave no dejó víctimas en tierra, aunque sí provocó la evacuación de varias manzanas cercanas por precaución debido a la presencia de tanques de combustible en la zona. Las autoridades mantienen un perímetro de seguridad mientras se realizan las diligencias correspondientes.
Fuente: La jornada