Michoacán registra 718 homicidios en 2025, situándose entre los estados más violentos pese a una baja respecto al año anterior.
Morelia, Michoacán.- Aunque las cifras oficiales apuntan a una baja general en los homicidios dolosos a nivel nacional, Michoacán continúa entre los siete estados con mayor número de asesinatos, con un total de 718 víctimas, de acuerdo con datos más recientes del .
Según los datos del SESNSP, de enero y junio de 2025 se contabilizaron 718 víctimas de homicidio doloso en Michoacán, lo que representa el 5.6 por ciento del total nacional.
Séptimo nacional
Esta cifra coloca al estado en el séptimo lugar a nivel nacional en este delito, en un contexto marcado por enfrentamientos armados, ataques a comunidades indígenas y una escalada de violencia en regiones como la Tierra Caliente, la Meseta Purépecha y la Sierra-Costa.
Durante este mismo semestre, las entidades que encabezaron la lista fueron Guanajuato con mil 606 casos; Baja California con 910; Sinaloa con 893; Chihuahua con 887; el Estado de México con 861, y Guerrero con 736, los cuales superan a Michoacán en números absolutos.
Junio
En lo que respecta a junio, Michoacán reportó 119 homicidios dolosos, situándose en el sexto puesto nacional, por debajo de Sinaloa, Guanajuato, Baja California, Chihuahua y Ciudad de México, pero por encima de Guerrero, que registró 110 casos en ese mes.
A pesar de estas cifras, el SESNSP informó que Michoacán presentó una disminución del 16 por ciento en homicidios dolosos respecto al mismo periodo de 2024.
Sin embargo, los hechos de violencia persistentes en diversas regiones del estado ponen en duda la percepción de mejora en la seguridad.
En municipios como Zitácuaro, Uruapan y varias localidades de Tierra Caliente, se han registrado recientemente enfrentamientos armados, bloqueos carreteros, incendios provocados y ejecuciones, que evidencian la presencia activa de células criminales disputando el control territorial.
Territorios indígenas
La situación también ha escalado en territorios indígenas, particularmente en Cherán y Santa María Ostula, donde, durante los primeros días de julio, las Rondas Comunitarias o Guardia Comunal han tenido que repeler ataques de civiles armados, presuntamente ligados al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Los agresores intentaron ingresar a las comunidades sin autorización, lo que provocó reacciones de defensa inmediata por parte de las autoridades tradicionales.
Estos episodios reflejan que, más allá de las estadísticas oficiales, la violencia en Michoacán mantiene un carácter constante y focalizado, afectando de manera directa tanto a zonas urbanas como a comunidades indígenas.
