Shakira enfrenta una demanda millonaria en Miami por suplantación digital. Un octogenario la acusa de fraude y explotación.
Estados Unidos.-Shakira está enfrentando una sorprendente demanda de 100 millones de dólares en Miami, presentada por un hombre de 80 años que reside en California. Este individuo acusa a la famosa cantante de fraude, incumplimiento de contrato y explotación de persona mayor.
Según el denunciante, entregó alrededor de 140,000 dólares para cubrir diversos gastos, como hoteles y emergencias médicas familiares, además de 3,500 dólares para un supuesto viaje de Shakira a Cuba. También afirma que la artista firmó un contrato con él para publicar un libro de memorias y realizar una gira internacional de 100 conciertos.
No obstante, parece que el demandante fue víctima de una estafa prolongada. Carlos González, abogado del caso, comentó:
“Nunca he visto algo semejante. Vemos una demanda de un señor que dice que conoció a Shakira en redes, pero se ve que no es la Shakira de verdad. Cuando uno habla con alguien famoso, tienen el cheque azul de verificación.”
El abogado también mencionó que las imágenes proporcionadas por el demandante “son con una Shakira que puede ser cualquiera de nosotros que abra un Facebook y ponga ‘Yo soy Shakira’.”
Entre las pruebas presentadas se incluyen capturas de pantalla, mensajes de texto, una supuesta licencia de conducir de Shakira, boletos de avión, una tarjeta de regalo de 500 euros, correos electrónicos y una carta reclamando el incumplimiento del contrato.
El equipo legal de Shakira ha solicitado que la demanda sea desestimada, argumentando que el proceso judicial fue iniciado incorrectamente. “No dijeron: ‘Esto no fue Shakira, nosotros no tenemos nada que ver con esto’, solamente defendieron que el proceso que tomaron para abrir el caso fue incorrecto”, explicó el paparazzi Jordi Martin.
La defensa de Shakira ha confirmado que la artista está sorprendida por esta demanda, y se espera que la primera audiencia se lleve a cabo este jueves en la Corte de Miami.
Este caso resalta la vulnerabilidad de los adultos mayores ante fraudes digitales y la facilidad con la que se puede suplantar la identidad de figuras públicas en redes sociales.