Un técnico reveló que instaló cámaras del C5 en Apatzingán por órdenes de un mando ligado a los Templarios, dando al crimen organizado acceso total a la red de vigilancia.
Apatzingán, Michoacán.- A través de redes sociales, circula un video en el que Fabián Figueroa Andrade, “El Camaritas”, asegura instaló varias cámaras de videovigilancia del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) en Apatzingán con la complicidad de un mando policiaco identificado como Jesús Rangel Barajas, quien presuntamente trabaja para un jefe de plaza del Cártel de Los Caballeros Templarios.
De acuerdo con el testimonio de “El Camaritas”, técnico encargado de instalar cámaras de videovigilancia en distintos puntos del municipio, señaló haber colocado decenas de dispositivos conectados al sistema del C5 por instrucciones directas de “Chucho” Rangel y de un líder criminal identificado como “El Yupo”; se trataría presuntamente de Nery Salgado Harrison.
Durante el interrogatorio, el instalador relató que su trabajo consistía en adaptar las cámaras en postes de seguridad oficiales, con pleno conocimiento del mando policial.
“Namás 57 unidades; en cada poste de seguridad del municipio de Apatzingán puse una cámara para los templarios y Chucho Rangel no decía nada”, afirmó el técnico, quien además aseguró que “tienen acceso a toda la información del municipio”.
Horas después de la grabación, Fabián Figueroa Andrade fue hallado sin vida en calles de Apatzingán, con huellas de tortura.
En el lugar se localizó una cartulina que señalaba directamente al mando policiaco como responsable de permitir que el crimen organizado tuviera acceso a la red de videovigilancia del C5.
El interrogatorio reveló que las cámaras instaladas por el técnico eran utilizadas por los grupos criminales para vigilar movimientos de autoridades, cuerpos de seguridad y rivales, aprovechando la red tecnológica del propio gobierno.
En los días previos, se registraron intentos de sabotaje e incendios en postes donde se encontraban instalados los equipos de videovigilancia, lo que supuestamente reforzó las sospechas sobre una red de control criminal sobre el sistema.
Jesús Rangel Barajas han vinculado con casos de desaparición forzada, detenciones arbitrarias y actos de represión contra pobladores de Apatzingán, según testimonios de habitantes del municipio.
Las presuntas filtraciones del C5 al crimen organizado evidenciarían una grave falla institucional, a través de la cual, la tecnología de seguridad pública, diseñada para proteger a la población, habría sido convertida en una herramienta de espionaje y control al servicio del narcotráfico.