Gran expectativa se tenía para este 1 de noviembre de 2025 sobre la afluencia, puesto que autopistas apenas habían sido bloqueadas impidiendo el paso a cualquier persona proveniente de la Ciudad de México, Guadalajara y Querétaro.

Omar Cuiriz / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán.- Las ánimas llegaron a recibir las generosas ofrendas que fueron depositadas en las tumbas de tierra roja. Fueron guiadas por el intenso aroma de las miles de flores de cempasúchil y el incienso que nunca deja de humear durante la madrugada.

Las veladoras cubren cada espacio de forma tupida, iluminada la ofrenda y los rostros de quienes velan hasta el amanecer sin moverse del cúmulo de tierra donde descansa una madre, un padre, una esposa o un hijo.

La capital del imperio purépecha, como desde hace décadas, vivió una de sus mayores tradiciones: su Noche de Muertos. Y pensé a que cada año lo hace con más turistas, con más logísticas, con más mercadotecnia y con más comercios, la esencia de recordar y de honrar a quienes ya partieron, sigue siendo el evento protagonista.

LLEGO LA GENTE

Gran expectativa se tenía para este 1 de noviembre de 2025 sobre la afluencia, puesto que autopistas apenas habían sido bloqueadas impidiendo el paso a cualquier persona proveniente de la Ciudad de México, Guadalajara y Querétaro, conexiones también internacionales, por donde ingresan extranjeros.

Aquí ya no sólo se ven turistas de Estados Unidos y Europa, ahora Tzintzuntzan, Pátzcuaro y toda la zona lacustre son admiradas por cientos de ojos asiáticos.

Decenas de puestos de tacos, micheladas, gorditas, pozole, abrigos, artesanías y y artículos para caracterizarse de Catrinas, fueron colocados en ambos sentidos de la avenida principal de Tzintzuntzan. Se observan a los extranjeros probar los antojitos tradicionales, sin embargo, el turismo local y nacional es el que más abunda año con año.

Pese a la gran promoción, se observa que ninguna logística puede organizar los miles de vehículos que intentan llegar principalmente de Morelia a Quiroga, Tzintzuntzan y a Pátzcuaro. Ninguna estacionamiento es suficiente más de una hora para encontrar un lugar duran las familias. Mientras que los autobuses y camionetas tipo van se estacionan a las afueras del pueblo, observándose, largas filas de decenas de estos vehículos, los visitantes caminan de uno a 3 km para llegar.

Pero la espera y el cansancio valen la pena.

Ni los bloqueos por parte de productores de maíz, ni los actos violentos registrados en distintos municipios de Michoacán en los últimos días, ni los llamados del gobierno estadounidense a no visitar entidades del país como esta, detuvo al que probablemente será uno de los años, con más afluencia de visitantes michoacanos mexicanos y de diversas banderas del mundo.

Cada año hay menos espacio para caminar los dos panteones del también pueblo mágico, cada vez se dificulta más que una persona fallecida descanse en cualquiera de los dos panteones. Las tumbas se van encimando, dificultando el paso incluso a los pobladores.

Sin embargo, las familias que velan a sus difuntos ya se han acostumbrado a las masas que pisan sus ofrendas, que se detienen a tomar fotos y videos mientras comentan la belleza de la tradición.

Los rostros de todos reflejan la enorme emoción que les causa ser parte de esta tradición que es orgullo purépecha y que ha enseñado al mundo a celebrar la muerte, lo cual significa agradecer la vida de aquellos que ya no están pero que nos hicieron felices, que nos amaron, nos protegieron, nos cuidaron, y que -según la creencia- nos esperan en otro mundo.

DESFILE DE ARCOS

No importa si hay visitantes o no o si los gobiernos dieron promoción o no. Aquí las tradiciones se realizan porque son Por y para el pueblo.

Así lo demostró una vez más las procesiones y desfiles de enormes arcos forrados de flor de cempasúchil, estos son cargados por hombres y mujeres Familiares de los difuntos.

Desde la entrada del pueblo los cargan, mientras otros y otras danzan al ritmo de banda cargando las ofrendas, el copal encendido, y el tequila que se va compartiendo entre ellos y con la gente que acudió a observar.

Baila negrita, en el nombre de la o el difunto, hasta llegar al Atrio de los Olivos, uno de los atrios más bellos del estado. A quienes cumplen un año de fallecidos, se les realiza una misa ahí con los arcos presentes, reciben la bendición y luego parten hacia el panteón Donde ahora hacen una parada en el llamado descanso, donde danzan con más enjundia, para después abrirse paso hasta llegar al lugar donde descansarán hasta la eternidad.

Como en los últimos años, el Turismo llegó desde las nueve de la mañana, y a partir de las seis de la tarde se intensifica la afluencia hasta las cuatro de la madrugada.

Para las seis de la mañana, cuando se celebra la misa de las ánimas ya casi sólo quedan las familias que oraron y velaron toda la madrugada. Ya no hay ruido de las masas. Sólo quedan ellos la esperanza y la fe.